Conocido a menudo como el “Rey de las Frutas”, el mango no sólo es un placer para el paladar, sino también un ingrediente versátil en numerosas delicias culinarias en todo el mundo. Sin embargo, antes de que estas gemas doradas lleguen del huerto a nuestras mesas, se limpian y procesan rigurosamente en fábricas para garantizar que cumplan con estrictos estándares de higiene. Esta publicación de blog analiza en profundidad los diversos métodos de limpieza del mango utilizados por la industria procesadora de frutas para esterilizarlos y mantener su frescura y seguridad sin comprometer el sabor.

1.Práctica de campo previa a la cosecha
El viaje de la limpieza de los mangos comienza incluso antes de la cosecha. Muchas instalaciones aplican buenas prácticas agrícolas (BPA), que incluyen mantener limpios los huertos, podar regularmente para mejorar la circulación del aire y usar pesticidas seguros para minimizar la contaminación del suelo o del aire.

2.Clasificación preliminar y limpieza.
Al llegar a la fábrica, los mangos se clasifican primero para eliminar cualquier fruta visiblemente dañada, demasiado madura o inmadura. Este paso es crucial ya que los mangos dañados pueden contaminar otros mangos durante el proceso de limpieza. Luego, los mangos seleccionados reciben un lavado preliminar con agua limpia para eliminar la suciedad, el polvo y los residuos sueltos de la superficie.

3.Limpieza mecánica
Para lograr una limpieza profunda, la fábrica utiliza una lavadora de mango para la limpieza. Estos sistemas utilizan agua en circulación con desinfectantes añadidos como cloro u ozono para matar bacterias y hongos. El mango se pasa a través de una serie de boquillas o cepillos, frotando suavemente los residuos rebeldes y garantizando que la cáscara permanezca intacta. Algunos sistemas avanzados utilizan el secado al aire para eliminar el exceso de humedad y prevenir el crecimiento de microorganismos después del lavado.

4.Utilice desinfectantes de calidad alimentaria
Además del agua, los desinfectantes de uso alimentario también desempeñan un papel clave en el proceso de limpieza. El dióxido de cloro se utiliza ampliamente debido a su eficacia contra un amplio espectro de patógenos. Alternativamente, se pueden utilizar soluciones de ácidos orgánicos como el ácido cítrico o el ácido peracético (PAA) debido a sus propiedades desinfectantes y su mínimo impacto ambiental. Estos desinfectantes están cuidadosamente formulados para evitar residuos y preservar las cualidades naturales de la fruta.

5.Tecnología de secado
Después de la limpieza y desinfección, los mangos deben secarse a tiempo para inhibir el crecimiento bacteriano y mantener su vida útil. Los túneles de secado al aire o los secadores centrífugos son métodos comunes. La centrífuga hace girar los mangos rápidamente, eliminando eficazmente el exceso de humedad, mientras que el túnel utiliza aire caliente forzado para secar suavemente la fruta.

6.Control de calidad después del lavado.
Al proceso de secado le sigue un control de calidad final. Aquí, los mangos se inspeccionan visualmente nuevamente para detectar cualquier suciedad residual o daño que se haya pasado por alto antes. Este paso garantiza que solo se procesen o empaqueten los mangos más limpios y de mayor calidad.

7.Embalaje y almacenamiento
Luego, los mangos limpios se envasan en contenedores o bolsas esterilizados, a menudo utilizando envases de atmósfera modificada (MAP) para prolongar la vida útil. Se almacenan en instalaciones refrigeradas a temperaturas óptimas para mantener la frescura antes de su distribución.

en conclusión

Los métodos de limpieza de las plantas procesadoras de mango son integrales y meticulosos para garantizar que los consumidores reciban mangos seguros, frescos y deliciosos. Desde la clasificación inicial hasta la etapa de embalaje final, cada paso está cuidadosamente diseñado para mantener altos estándares de higiene. Comprender estos procesos no sólo resalta las complejidades detrás de la entrega de fruta cruda, sino que también enfatiza la importancia de las prácticas de seguridad alimentaria en la industria. Así que la próxima vez que muerdas un mango dulce y jugoso, recuerda todo el viaje que ha recorrido desde el momento en que llega a tu mesa: ¡limpio, fresco y listo para deleitar tus sentidos!

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